La Asociación de Vecinos Santiago de La Manxoya, con motivo del 8M, quiere hacer un reconocimiento al esfuerzo y al trabajo de cinco mujeres triunfadoras en un mundo tan difícil como es el de la restauración.
Hablamos de cinco mujeres que son el alma de los cinco restaurantes de La Manxoya. Amalia, Geli, María, Bárbara y Carmen dirigen los restaurantes Sidrería Entrerríos, Casa Álvaro, El Dago, Los Corzos y El Caserón. Os invitamos a conocerlas:

Amalia Cadavieco – SIDRERÍA ENTRERRÍOS
Abrió su restaurante Sidrería Entrerríos en 1996, hace ya veintiocho años. Empezó muy joven cambiando su trabajo en una mercería por el restaurante. Sus primeros clientes todavía eran trabajadores de la Antigua fábrica de Explosivos de La Manxoya.
En su sidrería, la especialidad son los callos. Elaborar este plato que ha hecho popular a su restaurante entre los amantes de los callos, conlleva un largo proceso de elaboración que Amalia realiza con mucho mimo y eso sin dejar de atender otras delicias como sus populares cachopos o el conocido como “bacalao entrerríos”.
Después de tan larga trayectoria, Amalia nos cuenta que el secreto para que un restaurante funcione pasa por dedicarle tiempo y ganas al negocio.

Geli Prieto – CASA ÁLVARO
Casa Álvaro abrió sus puertas en el año 1967 de la mano de Álvaro y Blanca y ahora es su hija Geli y su marido Fran, los que hacen que el restaurante continúe en el tiempo.
Empezaron ofreciendo fabada, callos y arroz con leche y apostando por un “trato familiar”. A día de hoy, Geli continua ofreciendo a sus clientes comida casera y ese trato cercano que hace que los clientes vuelvan una y otra vez. Entre sus platos más conocidos está la fabada o su “increíble” cachopo, que se ha convertido en santo y seña del restaurante.

María – Restaurante EL DAGO
El restaurante se abre en 1996 de la mano de Mª Ángeles Alonso y su marido Miguel. Hoy es su hija María y su hermano Miguel quienes gestionan este restaurante que se caracteriza por sus interiores mesoneros, su galería acristalada y una amplia terraza.
Su especialidad son “Los Tortos” y cuentan con una amplia variedad: con pisto, picadillo, jamón. Para muchos son los mejores de todo Oviedo. Tampoco podemos olvidarnos de su lechazo, cocinado en horno de barro como llevan haciendo desde sus inicios. El pote o el arroz con leche se elaboran de la misma manera que los fundadores de El Dago y, aunque han pasado unos cuantos años, sus recetas siguen triunfando.

Bárbara- Restaurante LOS CORZOS
Los Corzos abrió en 1998 de la mano de Jose y, un poco más tarde, Bárbara, se hizo imprescindible en el negocio. Los comienzos no fueron fáciles, pues, explican, “sin equipos modernos, trabajábamos incansablemente, desde lavar platos hasta pelar patatas a mano”. Cuenta que hasta el rato que se escapaba a visitar a su madre, aprovechaba para “pelar ajos para el chumichurri”. Pero ese esfuerzo tiene su recompensa, ya que hoy puede presumir de contar con una de las mejores parrillas de Oviedo, donde es clave el buen producto. En Los Corzos se puede degustar desde una exclusiva carne de buey, hasta un buen pixín negro, pasando por excelente calamar europeo.

Carmen- SIDRERIA “EL CASERÓN”
Es casualidad que suegra y nuera de este negocio se llamen igual: Carmen. Carmina cedió el testigo de su sidrería, abierta desde el siglo XIX, a su hijo y su nuera, Carmen González. La fundadora heredó el negocio de su madre y ésta, de su abuela, Doña Engracia. Así las cosas, cuatro generaciones de la misma familia gestionan este establecimiento que nació como tienda-bar. Por aquel entonces, hasta se organizaban bailes: “Éramos como un centro comercial de ahora”, bromea Carmina.
En El Caserón se cocina por encargo fabada, menestra o callos. Carmen ha heredado las recetas y los clientes que hacen que la sidrería de la bisabuela de su marido siga funcionando a día de hoy. ¿El futuro? Aún es pronto ya que sus nietas son muy jóvenes para decidir si continúan o no con la tradición familiar.

